viernes, 20 de septiembre de 2013

Date cuenta por lo que de verdad puedes estar mal

No puedo ser capaz de estar mal por un chico al que no le importo (no, ahora no), sabiendo que hay gente que tiene muchos mas problemas que yo, mil veces mas importantes que esa tontería. ¿Cómo ir a decirle a un amigo que estas echo mierda porque tus padres no te dejan ir a una fiesta sin darte cuenta de que él está mil veces peor porque su abuelo se esta muriendo y no tiene valor para decírselo a nadie? Pero él está con una sonrisa en la cara intentando aparentar normalidad y con una fuerza en su interior enorme. Esa gente, ese amigo si que necesita tu apoyo, que estés ahí a muerte con él, no que vallas a llorarle porque tienes una pelea con tus padres o cualquier otra tontería. Tenemos que empezar a diferenciar entre los problemas de verdad y las cosas sin importancia, esas que al rato se solucionan. Porque si piensas en que tu vida es una mierda por cualquier tontería que te ocurra, cuando suceda algo malo de verdad, ¿qué vas ha hacer?
Estoy aquí, sola, en mi cama, pensando en todo lo que podríamos haber sido y no fuimos, mientras esta tormenta con rayos no cesa, y yo muerta de miedo, puesto que los rayos (como bien sabrás) me acojonan y tu no estas aquí. Quiero tenerte aquí para poder abrazarme a ti y no soltarte en toda la noche, quedarme dormida en tu pecho mientras esta tormenta pasa y mi miedo se va con ella. Pero en verdad no te quiero en mi cama solo cuando haya algo que me asuste, te quiero cada noche al acostarme para ser a ti a la ultima persona que vea y que tu voz sea la ultima que escuche, te quiero cada mañana al despertarme con un beso tuyo, con un buenos días princesa, en verdad para que vamos a engañarnos, te quiero siempre conmigo, pase lo que pase, por muy difícil que sea todo. No quiero dejarte marchar nunca, por mucho que me cueste. 
 ¿Quien no daría su vida por volver a ser pequeño de nuevo? Pero esta vez disfrutando de cada minuto, de cada segundo. Sabiendo lo que te espera cuando crezcas, lo que de verdad son problemas y las veces que lloraras por la gente que te importa. Sabiendo que dentro de unos años todo sera mas difícil de lo que nos pensábamos cuando no levantábamos ni un palmo del suelo. Dándonos cuenta que las discusiones que teníamos en el patio del colegio eran absurdas y que hacíamos de un granito de arena una montaña. Pero, ¿quien nos podía culpar por ser tan ingenuos? Esa inocencia es lo mas bonito de la infancia y que ojala y nadie se atreva a quitársela a ningún niño, porque esa etapa nunca vuelve.